Las películas fotográficas para luz de día y el ajuste de ISO para luz de día de las cámaras digitales están calibrados para una temperatura de color de 5.400K. Este estándar corresponde a la temperatura de color media a las 12 del mediodía en verano y en los solsticios de invierno y primavera en Washington DC tomada por el US Nacional Bureau of Standards.
En las zonas templadas el sol se eleva en verano unos 70º sobre el horizonte aproximadamente, aunque esto varía según nos acercamos o nos alejamos del ecuador: cuanto más hacia el sur, mayor es la altura (en el hemisferio sur el sur estará más alto cuanto más nos movamos hacia el norte). En los trópicos, al mediodía el sol está en lo más alto del cielo y cae a plomo sobre los objetos.
La luz de mediodía en verano es muy dura y, al fotografiar, provoca sombras muy oscuras, por ejemplo bajo los ojos de las personas. El sol está muy alto y produce un efecto de “aplanamiento” en los objetos anulando su volumen.
La luz del mediodía también produce una gran saturación y brillo en los colores. Un paisaje fotografiado bajo la luz del mediodía y sin sombras (con el sol a la espalda del fotógrafo) aparecerá con colores muy vivos, pero sin relieve, plano. Se trata de una luz que los fotógrafos no suelen considerar adecuada para fotografía y, si pueden escoger, eligen una hora a la que el sol esté más bajo.
Durante el invierno, el sol no llega a elevarse tanto sobre el horizonte, y se queda en torno a los 25º aproximadamente. La luz del mediodía en invierno es más cálida y, al estar más baja, muestra las texturas y las formas de los objetos. Se trata, en general, de una luz más favorecedora y más adecuada para la fotografía que la luz del mediodía en verano.