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La temperatura de color

La temperatura de color permite a los fotógrafos hacer correcciones en la iluminación para lograr tonalidades naturales u óptimas

Como sabes, la luz del sol es blanca. Pero su color cambia a lo largo del día y también con fenómenos atmosféricos como nubes o polvo atmosférico. El color de las lámparas incandescentes o de tugsteno tampoco es blanco. Esto no lo apreciamos porque nuestro cerebro corrige estas desviaciones, pero en fotografía se hacen muy evidentes.

Pues bien, para medir estas desviaciones se creó lo que conocemos como temperatura de color.

¿Qué es la temperatura de color?

La temperatura del color es una escala que sirve para medir la desviación del color de la luz con respecto al blanco y hacia el rojo o el azul.

Esta escala está basada en el color que adquiere un metal al calentarse, que va desde un rojo apagado hasta el blanco. Si eliminamos el aire para evitar la oxidación y seguimos calentando, el color pasaría a azul.

Se trata por tanto de una escala de color que va del rojo al azul pasando por el blanco, no de una escala de temperatura como insinúa su nombre, y se mide en K (Kelvin, no grados Kelvin).

¿Cómo es la gradación de la temperatura de color?

En la parte más baja de la escala estaría la luz producida por una llama, como una vela. Se trata de una luz muy rojiza con una temperatura de color de 1.930K.

temperatura del color

Las bombillas incandescentes comunes producen una luz anaranjada cuya temperatura se encuentra en torno a los 3.200K, aunque varía según el grado de vejez de la lámpara.

La luz blanca del mediodía tiene una temperatura de unos 5.200-5.500K.

Una sombra bajo un cielo azul produce una dominante azulada y tiene una temperatura de unos 7.000 – 7.500K.

La luz natural del sol tiene una temperatura de unos 3.000 – 3.500 K durante las primeras y las últimas horas del día, es decir, su luz adquiere una tonalidad amarilla, anaranjado o rojiza. Esto es debido a que, con el sol bajo en el horizonte, se produce una dispersión de las ondas de luz más cortas, correspondientes al azul, mientras que las correspondientes al rojo permanecen.

Existen fuentes artificiales de luz que pueden no encontrarse en esta escala de color y que producen dominantes verdosas o de otros colores en la luz. Por ejemplo,  los tubos fluorescentes.

Cómo influye la temperatura del color en las fotografías

Aunque nuestros ojos no lo perciban, al cambiar la temperatura de color se modifica el color de los objetos. A ti, como fotógrafo, habrá ocasiones en que te interese e incluso lo busques o lo fuerces, y otras ocasiones en que desees corregirlo.

En general, las dominantes cálidas (tienden al rojo) suelen ser más atractivas que las frías (tienden al azul), pero todo depende de la intencionalidad de la foto.

Cuando la dominante de color no nos interesa podemos corregirla de varias maneras.

Corrección de la temperatura de color con el balance de blancos

Las modernas cámaras digitales permiten modificar el balance de blancos para corregir la temperatura de color. Podemos optar por una de las siguientes opciones:

Modo automático: La cámara analiza la escena en busca de grises neutros y ajusta el balance de blancos automáticamente. Su precisión varía según el tipo de luz y del modelo de cámara.

Modos preestablecidos: Podemos seleccionar el ajuste entre diferentes opciones: sombra, nublado, fluorescente, etc. Los resultados son buenos cuando la luz se ajusta a esos parámetros, pero existen muchos factores que la pueden desviar.

Modo manual: En este caso, sacaremos una foto a una tarjeta blanca o gris neutra y la cámara ajustará el balance de blancos. También sirve una pared blanca, una hoja, un pañuelo, etc. Es el sistema más preciso y más recomendable.

Ajuste manual kelvin: las cámaras más profesionales tienen una escala que permite indicarles la temperatura de color en K y ellas ajustarán en balance de blancos según esta información. Pero es muy difícil de medir con precisión y no le veo mucha utilidad más que en situaciones de estudio muy controladas.

Corrección del balance de blancos en el postptoceso: Los programas de edición fotográfica permiten corregir el balance de blancos de los archivos raw. Puede hacerse deslizando un dial hasta que obtenemos el color que deseamos o bien haciendo clic con el puntero en una zona blanca o gris neutra de la imagen.

Podemos encontrarnos ocasiones en que no utilicemos el balance de blancos para ajustar el color a la luz blanca, sino que busquemos una dominante de otro color. Al final, todo depende de la intencionalidad artística del fotógrafo.